Callejeando por Triana

La Colección Callejeos por Sevilla cruza el puente y llega a Triana.

Después de recorrer la Sevilla ortogonal de los barrios de San Vicente y San Lorenzo, la Sevilla que urbanizaron los musulmanes al otro lado de la Alameda de Hércules, laguna residual de aquel brazo del Guadalquivir que una vez corriera por ella, y de pasear por las calles de San Nicolás y San Isidoro, el altozano primitivo donde fundaron Ispal los fenicios y que Roma edificó con foros y templos de mármoles, la colección Callejeos por Sevilla levanta la mirada al otro lado de las murallas que cerraban la ciudad por el poniente, al otro lado del inhóspito arenal donde no había más ley que la del más fuerte, al otro lado del padre Guadalquivir, y aprovechando ese puente que el siglo XIX por fin nos regaló, llega a Triana.

Y así, jornada tras jornada, su autor, José Javier Ruiz, ha ido recorriendo las calles de Triana, ha ido desmenuzando poco a poco el presente y el pasado de aquellos lugares por donde iba paseando, conociendo cantaores y bailaores, ceramistas y alfareros, escritores, políticos y frailes, todos vecinos ilustres que una vez caminaron por estas mismas calles. Pero también los restos de un castillo almohades que ahora son las raíces de un bullicioso mercado, un reloj que da las horas por soleares, la farmacia de un benefactor del barrio, una esquina donde una vez cantaran los gitanos de la Cava en una taberna medio enterrada contra la que se estrelló un tranvía, un rincón donde la cerámica artística recubre sus paredes como si tal cosa, un niño de bronce a la entrada de un callejón que una vez fue siniestro pero ahora conduce a un paseo de arte, una casa de las flores, los restos de una fábrica de jabón, un arco con una placa ilegible del siglo XIX…

Y un sinfín de lugares más que han ido quedando reflejados entre las páginas de este primer volumen sus Callejeos por Triana, que fue publicado por la editorial Guadalturia la primavera de 2016 y ahora podréis leerlo en El Diario de Triana.