Curiosidades de Hermandades trianeras: LA ESTRELLA

CRISIS Y REORGANIZACIÓN AL FINAL DEL SIGLO XIX.

La invasión francesa y la posterior exclaustración del monasterio de la Victoria,originó que la cofradía fuera a menos,y que sus imágenes quedaran depositadas sin apenas culto en el templo de San Jacinto.

Tras una tentativa frustrada en 1890 el padre Eusebio Ortega y un grupo de jóvenes reorganizan la corporación y se aprueban sus nuevas Constituciones.

En 1896 saca por primera vez el paso del Señor con sayones sobre un canasto neogótico.

A partir de 1902 lo hace en Domingo de Ramos,incorporando,al año siguiente,una centuria romana.

La estrella

UN LANCE CON LAS AUTORIDADES EN EL SIGLO XVIII.

Se narra que en la Semana Santa de 1782,cuando la cofradía marchaba por la calle Castilla,el aguacil mayor eclesiástico, junto con el notario, otros ministros y soldados, detuvieron a cuatro nazarenos de esta corporación por llevar los rostros cubiertos, contraviniendo así la prohibición de procesionar con el antifaz bajado. Fueron conducido a la cárcel arzobispal, pero a la altura del Arenal fueron alcanzados por un grupo de amotinados trianeros que, exaltados por la arbitraria detención, lograron rescatarlos y regresaron a la procesión como si nada hubiera ocurrido. El aguacil como el notario, sin embargo fueron amonestados y suspendidos de sus cargos por algún tiempo.

RESTAURACIÓN DEL SEÑOR DE LAS PENAS.

La última restauración del Señor de las Penas llevada a cabo en el año 1996 por los hermanos Cruz Solis, fue de las más importantes que se han realizados últimamente. En ella se conoció de primerísima mano la autoría de la talla, gracias al documento descubierto en su interior, tras muchos años de especulaciones y atribuciones. El legajo que tenía en su interior reflejaba que era obra de José de Arce, del año 1655.

En el proceso de restauración se dio un hecho curioso. Cuando se fue a descubrir un agujero que tapaba una pasta,salió aire del interior de la sagrada imagen perfumado con aroma de cedro e incienso acumulado tras largos años de culto. La agradable fragancia permaneció durante varios días, en la sala de trabajo de los artista mencionados.

Ángel Bautista Guerrero





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