La Iglesia de Santa Ana: Orígenes

Tras la conquista se Sevilla en 1248 por el Rey Don Fernando y el Repartimiento, la ciudad empezó a organizarse.

Además de reconstruir el puente de barcas, se estructuró a la ciudad en barrios y parroquias o collaciones.

Para dotar a las parroquias de templos, Fernando III convirtió en iglesias todas las mezquitas de la ciudad, pero no levantó ninguna iglesia nueva.

A Triana (que en el momento de la conquista debía ser pequeña), le correspondió la Capilla de los caballeros de San Jorge instalados en el Castillo.

Las parroquias aunque eran una división puramente eclesiástica rápidamente adquirieron una vitalidad y un dinamismo superior al de los barrios.Al rey Fernando IV no le dio tiempo a ver repoblada la ciudad, ni a realizar muchos de sus proyectos ya que enfermó gravemente y murió en 1252 heredando la corona su hijo Alfonso X.

Alfonso X:  Guapito ¿verdad?

Alfonso X, conocido por el sabio, era un enamorado de la «ciudad sultana del Guadalquivir» ya antes de ser conquistada por su padre.

No ha habido ningún otro rey cristiano que haya amado a la ciudad como él quien se encargó de engrandecerla y llenarla de privilegios como un amante generoso.

Fue un hombre tolerante y para favorecer la repoblación de la ciudad (recordemos que había quedado vacía tras la reconquista y muchas de cuyas casas repartidas aún no estaban habitadas), fomentó las simpatías con judíos y moros quienes, conociendo su carácter, retornaron de Algeciras, Granada y África.

Esto hizo, conforme avanzó su reinado, que creciera la población de Sevilla y de Triana por lo que pronto la capilla de San Jorge empezó a ser insuficiente y los vecinos del arrabal empezaron a suplicar al Rey la edificación de una nueva iglesia.

En esta situación y según consta en una vieja inscripción que cuelga de los muros de la iglesia, ocurrió que el Rey Alfonso enfermó gravemente de los ojos hasta tal punto que uno de ellos, el derecho, se le salió de la cuenca, «casi ná lo del ojo y lo llevaba en la mano»,  (¿vendrá de ahí la expresión?) por lo que, desesperado, pidió auxilio en los remedios divinos.

Según la tradición, se encomendó a Santa Ana madre de la Virgen, pero según consta en la inscripción que cuelga de los muros de la propia iglesia, se encomendó a Santa María prometiendo a la Virgen Santísima hacer aquí una iglesia en honor de su Madre, Santa Ana, si sanaba.

Como en una hora el ojo le retornó sano a su lugar el Rey cumplió su promesa y levantó a la Señora Santa Ana, Madre de la Santísima Virgen, un grandioso templo de tres elegantes naves sostenidas por columnas de estilo románico mudéjar. La primera iglesia de nueva planta de la ciudad.

En la inscripción también se recoge que preguntados los vecinos de Triana por el nombre que querían para la Iglesia dijeron que Santa María, pero por voluntad del Rey se hizo en honor de la bienaventurada Señora Santa Ana, Madre de Ntra. Sra. la Virgen María.

Será por eso por lo que en el altar mayor están las dos, Santa Ana con su hija, la Virgen María y con el niño, su nieto.

También se recoge en la inscripción el ruego de los vecinos al Rey para que el templo fuera bendecido por el obispo D. Remondo, quien así lo hizo (ya que apoyaba plenamente la iniciativa). En una crónica que se hizo posteriormente se recogen además de la fecha de inicio de la construcción 1266, todas las indulgencias o días de perdón que se dispensaban a los vecinos u hombres y mujeres buenos que con sus donativos colaborasen a la construcción y reparación de la Iglesia.

Desde entonces, hace ya más de siete siglos, la parroquia de Santa Ana ha estado ahí con Triana y sus vecinos, recogiendo el magnífico legado religioso y cultural de muchas personas y acumulando anécdotas, historias y leyendas que todos los vecinos deberíamos conocer.

Ya iremos contando más cosas.

Continuará.

Elaboración propia: El Diario de Triana

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Origen de las imágenes:

Fuentes consultadas:

  • Cuadernos medievales. U.S.
  • Orígenes de Triana. M. Martín
  • Web Real Parroquia de Señora Santa Ana
  • Biografia de Sevilla. S.Montoto
  • Historia de Sevilla. F. Morales
  • Historia de Sevilla. J.M de Mena
  • La Sevilla que se nos fue. JM de Mena

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