Maestro Manolo Melado

Manolo Melado 1         Antes de comenzar mi último artículo de 2015, que a su vez, es el número 15 en la sección “El ombligo de Triana”, me quiero tomar la osadía de ser una mijilla irónico, como a mi me gusta. Lo siento por el personaje de hoy, pero ya verán ustedes, como él, tiene por derecho el máster en ironía en adobo…

         No es trianero, ni siquiera vive en el barrio alfarero, pero fue el pregonero de la Velá de Santiago y Santa Ana 2014, y eso, para un servidor, son palabras mayores. Esto ocurrió el 21 de julio de aquel año, como es tradicional, el pregón se celebró en el patio del Hotel Triana, que daba el pistoletazo de salida a esta centenaria fiesta del viejo arrabal. La última estrofa de las múltiples sevillanas que recitó en el pregón dice:

¡Cuántos quisieran vivir!

Escuchando las campanas

despertándote en Triana

mirando al Guadalquivir.

        Estoy hablando de Manuel Melado Prado, nacido en Sevilla el 3 de septiembre de 1940. Es peluquero, magnífico letrista de sevillanas, a su vez, compositor, escritor, poeta, cantaor, reconocido comunicador radiofónico y, por supuesto, bético, y no un bético cualquiera, no, para nada, ya que ha sido durante durante 17 añitos, el famosísimo “speaker” del Real Betis Balompié. También es o ha participado como colaborador de diferentes medios de comunicación como El Correo de Andalucía, Onda Cero, Antena 3, Radio 80, Radio Olé, Cadena SER, y un larguísimo etcétera en radio, televisión y prensa escrita.

        Si mal no recuerdo, creo que estuve presente el pasado lunes 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, en el Círculo Mercantil e Industrial de Sierpes, en la presentación del décimosegundo libro del maestro Melado, con la novela de corte altamente erótico “El deseo de mi marido”, con la irónica coletilla de “¿Estás seguro de lo que me pides?”. El singular periodista Paco Robles presentó el acto, donde haciendo dúo con el autor del libro, nos regalaron unas siempre agradecidas risas y recordando, que cualquier novela erótica que se precie, se debe leer con una sola mano, pero no especificó, si la diestra o la zurda…

Paco Robles y Manolo Melado
Paco Robles y Manolo Melado se competetraron a la perfección el pasado lunes. Foto Paco Solís

        Pero vayamos por partes, porque desgranar la vida profesional de Manolo Melado no es tarea fácil, pues es polifacético donde los haya. Aunque es barbero de profesión, actualmente conocido como peluquero, también es, como he dicho anteriormente, letrista de sevillanas, compositor, escritor, poeta, cantaor, comunicador radiofónico y, hasta hace pocos años, el “speaker” más famoso del club verdiblanco de Heliópolis. La trayectoria prolífica del maestro Melado, lo ha convertido, para poder entender un poquito Sevilla, en un de los personaje totalmente imprescindible, ya sea en cualquier faceta actual, como la calle, el cante, el flamenco y o la guasa sevillana, de la que sabe tela marinera.

        Comencemos su profesión principal, la que ha desarrollado a lo largo de su vida, que es sin embargo la de peluquero, peluquero a la vieja usanza. La Barbería Melado de la calle Amor de Dios, próxima a la Alameda de Hércules, que hasta hace poco tiempo, estaba flanqueada por dos funerarias. Anteriormente, también había un marmolista, que hacía lápidas y su señora coronas. El ingenioso Melado le hizo un llamamiento al entonces Alcalde de Sevilla, Manuel del Valle, para que le cambiara el nombre a la calle, en lugar de Amor de Dios, le pusiera Avenida de todos sus muertos. Yo recuerdo que de niño, a principios de los ochenta, mi padre me llevó varias veces al entonces centro comercial de la Alameda Multicines, a que Melado me pelara. Será leyenda, pero un servidor no tiene ni siquiera entradas, ¿será porque el maestro me protegió el cabello indefinidamente?…

        La Barbería Melado se ha convertido en un lugar sagrado, en un centro cultural y social de Sevilla, donde han ocurrido historias de lo más variopintas. En las paredes de la peluquería se pueden ver varios artículos de prensa, fotografías con mucha gente importante como clientes, varios galardones del gremio, destacando el campeonato nacional e internacional que ganó en la categoría de mejor peinado artístico masculino. Bajo el título “El barbero de Sevilla”, sale la peluquería en guías turísticas francesas e italianas. También le grabaron diversos programas para las televisiones de Alemania y Rusia. Sus hijos José Manuel, Antonio y Miguel Ángel siguieron sus pasos al principio. A las dos hijas del maestro Melado, Rocío y Elisa, nunca les dio por el oficio capilar. Actualmente, sólo Antonio sigue usando la navaja en Amor de Dios. Su padre, ya jubilado, se suele pasar uno o dos días a la semana por la barbería.

Manolo Melado 2
El maestro Melado firma un ejemplar de su pregón de la Velá en el Bar El Ancla. Foto Manolo Sánchez

        Dejemos el término de brocha y tijera, y centrémonos en otra faceta importantísima en la trayectoria de Melado. Como letrista, ha cultivado el género de las sevillanas, teniendo la SGAE registradas más de 300 títulos de Manolo Melado, que van desde las sevillanas hasta los villancicos. Comenzó en 1979, cuando el grupo Alameda, tenía un tema que se les presentaba cierta dificultad, que Melado acabó resolviendo satisfactoriamente. Era la canción ‘Hacia el Alba’. Algunas de sus composiciones más conocidas en el mundo mundial son las archiconocidas “Mírala cara a cara”, “Quiero cruzar la bahía”, “Que no nos falte de ná”, “A bailar, a bailar” y “El Trovador de Sevilla”. Sin duda, son ya un referente universal las canciones que han salido de la pluma de este genial barbero. Sus letras han sido cantadas por artistas tan importantes como Albahaca, Amigos de Gines, Ana Reverte, Azúcar Moreno, Cantores de Híspalis, El Pali, El Turronero, Gracia Montes, María del Monte, María Vidal o Romeros de la Puebla. En la Feria de Abril de 2006, se hizo muy popular la sevillana escrita y cantanda por él, titulada “Pepe, Pepito”.

        Melado es un hombre bastante polifacético, que cuando suelta la tijera, coge la pluma con todo el arte del mundo, escribiendo letras de canciones, poesías y novelas, últimamente, decantado por el erotismo literario. Dentro del género poético, a publicado varios libros, destacando “De la sangre… a la sonrisa” (1992), “Cuatro estaciones de amor para una primavera perdida” (2006) y “Me mató una soleá” (2011). Entre sus obras en prosa destacan “Ríete del mundo: Anécdotas desde el sillón de un barbero” (2005), “No me río que me asfixio” (2008), “Si me río se me caen los empastes” (2009), “El barbero de Sevilla” (2012) y “Entre la nostalgia y la sonrisa” (2013). Estos libros reivindican la Sevilla de otros tiempos, con una dosis fuerte de humor, marca de la casa. Como novelista erótico publicó “Mi amor en casa” (2009) y acaba de salir “El deseo de mi marido, ¿Estás seguro de lo que me pides?” (2015).

        Por último, para finalizar y aunque no menos importante que lo anteriormente mencionado, Manolo Melado es popularmente conocido como “La voz del Betis” sin discusión alguna. Con estilo propio, difícil de igualar, fue el “speaker” más célebre del equipo verdiblanco durante 17 años, y quizás, más conocido del fútbol nacional. En 1996, Gregorio Conejo, por indicación de Manuel Ruiz de Lopera, fichó a Melado para el club como “speaker”. Durante muchos años, le arreglaba el pelo al señor de El Fontanal.

Círculo Mercantil
Jorge Benítez y Manolo Melado en el Círculo Mercantil de Sierpes, tras la presentación de la novela “El deseo de mi marido”. Foto Paco Solís

        Desde la cabina del Benito Villamarín, antes Ruiz de Lopera, la parroquia bética cada domingo de partido, recibían como bienvenida la voz de Melado con un sonoro «¡Béticos de universo! ¡Pedazo de Betis!», que pasará a ser patrimonio de la historia del Real Betis Balompié. La forma tan original de recitar las alineaciones, de animar al público, y sobre todo, de hacer un sin fin de rimas con los jugadores verdiblancos que nadie se quería perder. Los fieles de Heliópolis siempre recordarán sus rimas más famosas: «Con el número 20, el portero está asustao, tira la falta… ¡Assunçao!»; «Con el 17, la finta y el sprint… ¡Joaquín!»; «Con el 16, por la banda aires de samba… ¡Denilson!»; «Con el 4, es seguro y exquisito… ¡Juanito!»; “La sombra juguetona, ¡Finidi!”; “Pepinazo Jarni”; “Matemático Alexis”; “Qué mala suerte tengo, me marca… ¡Lembo!; ¡Felipe el rumano ya es sevillano, ¡Filipescu!…

        Resultaba curioso cuando avisaba por megafonía la matrícula de algún coche mal aparcado cerca del estadio para que fuera a la puerta de cristales. Siempre decía “M de Montellano” o “B de Bollullos”, pues el simpático e ingenioso Melado, consideraba que no tenía que decir “M de Madrid”, “B de Barcelona” o “V de Valencia”, cuando Valencina a dos pasos de Sevilla. El maestro Melado se considera un bético muy moderado, que cuando pierde el cuadro verdiblanco, le habla a su señora y cena.

        En su época en el club de La Palmera, tenía semanalmente un programa en la emisora Radio Betis, en la cual recuerdo con cariño, una entrevista que me hizo en 2010, referente a un homenaje que le organicé a mi padre, Eduardo Benítez Pascual, de la ciudad de Sevilla. El 25 de agosto de 2012, Manuel Melado, recibió un sencillo y frío homenaje del Real Betis Balompié, minutos antes de comenzar el partido contra el Rayo Vallecano. Cuando le dieron la camiseta verdiblanca, no había ningún directivo, ni recibió una sola palabra de aliento, una pena, impropia de un club con tanta solera y señorío.

Patio de Banderas
Manolo Melado en el Patio de Banderas con la Giralda al fondo, mejor sitio, difícil.

       Quiero cerrar el artículo del gran maestro Melado, haciendo mención a lo que escribe habitualmente sobre la Semana Santa de Sevilla: «Ya se ve por el puente que ya se acerca Triana. Sevilla mira su manto y el Altozano su cara, mientras se escapa ese grito rendido que dice ¡guapa, que dice ¡guapa!, que dice ¡guapa!». Todo un crack.

Jorge Benítez Govantes


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