La Triana de Salud


IMG_20160827_214404

Triana de Salud

Hoy no es un domingo que marca un fin. No es el día que marca el fin de unas ansiadas y tan merecidas vacaciones, no es un domingo de ajetreos, de tenerlo todo listo o de salir de nuestro lugar de descanso lo más anticipadamente para no encontrarnos con las tan temidas caravanas por las carreteras. Hoy es un domingo en el que una madre humilde, serena e inmaculada se viste con sus mejores y más sencillas galas  para recibirnos, para darnos todo lo que su nombre marca y que rebozará de fuerza esta nueva etapa que el mes de Septiembre marca en el calendario de nuestras vidas. Esa madre que al mirarla nos acordamos de la preocupación que llevan las madre a su alma cuando nos tienen lejos, y que dejan marcadas las 24 horas de sus días, pero tiñiendo la angustia en tranquilidad, cuando volvemos a casa con las maletas y ahí nos esperan con la comida en la mesa para recibirnos con el mas deseado de sus besos y la mas tierna de sus sonrisas.

Por este motivo, hoy la Virgen de la Salud baja del cielo, para recibirnos, para volvernos sus ojos y sobre todo, para demostrarnos como ya decía esa canción que todos hemos cantado en catequesis y que decía algo así como: al mirarte puedo comprender, que una Madre no se cansa de esperar. ¿no es así? Las madres no tienen límites  y por eso la Virgen de la Salud nos esperará con toda la alegría y rodeada del aroma de un patio trianero, sencillo y encantador en el que uno por uno nos rendiremos a sus plantas. Qué mejor ejemplo de Madre amantísima que aquellas que nos da lo único que de verdad hace falta en la vida, que aquella que una mañana de agosto se ve rodeada de personas que el peso de sus años han dado lugar a que ya se desplacen a sentir su calor sobre una silla de ruedas, y aún así no falten a su cita, y que mejor recibimiento que el de sentir la sonrisa de la madre para que esta sea lo primero que nuestros ojos vean una vez que el trayecto ha concluido y recobrar toda la fuerza y la motivación para comenzar un nuevo curso en la escuela de nuestra vida.

Es por ello que damos el eterno agradecimiento al humilde gesto de la Madre de Dios, que cada último domingo de Agosto nos recibe para darnos lo que ella mejor sabe, y lo que nosotros mejor pedimos Salud.

Hoy Triana buscará con su más ansiada Esperanza, guiada por una Estrella y con el Patrocinio de su Expectación que le llevará a alcanzar la Salud que tanto necesitamos y que hallamos en el Barrio León.

Eternos agradecimiento al noble gesto de la Hermandad de San Gonzalo por acercarnos año tras año, la mirada dulce  serena, inmaculada y angelical de la que es y será siempre su Reina de la Salud

Manuel Canela Fraile




Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion