22 DE DICIEMBRE FUN, FUN, FUN

Mi querida Triana, vengo rapidito a saludarte y me voy, ¡Tengo tanto que preparar! Piensa que, en unos minutos, máximo dos, tres horas, voy a ser millonaria y tengo que hablar con el dueño de la casa que se vende en la calle Pureza, ¡Ideal, Triana! Planta baja y un pisito arriba, casi frente a la capilla de los Marineros. Temo que me la quiten, hay mucha gente muy arpía. Sí, hay más casas de construcción nueva, pero no me gustan, no tienen la identidad del barrio. De verdad, tenían que prohibirlo y si las hacen nuevas, pues guardando la estética de Triana, ¿no? Hay una calle que me encanta, ¿cuál? La de Antillano Campos, pero ahí no he visto letreros de se vende. No lo duces, donde mejor voy a estar es frente a mi Esperanza. Que me da un repente, es cruzar la calle, ¿no te parece?

Te preguntarás qué haré con el resto de la fortuna que me va a tocar… Lo tengo muy claro. Tengo una prima y una amiga que son dos gafes de la naturaleza. De verdad, Triana, nunca he visto dos cenizas más grandes que esas dos. Ya no es que se queden sin trabajo, que se quedan cada dos por tres, es que…, pero Triana si las dos se han quedado con el vestido de novia, compuestas y sin novio, y si alguna vez han ido de viaje, las han perdido las maletas, o se ha inundado el hotel. Para remate, las roban… ¿Son o no son dos gafes en acción?

Ahora, Triana, siempre se las ves felices, ayudando a otros que están peor que ellas, nunca se quejan, hasta pienso que tienen la boca sellada con grapas para frases tristes, porque lo único que cuentan son cosas buenas… Y pienso que, si hay que ayudar a alguien, es a gente así, que nunca piden, solo dan.

Dejaré una parte, claro, pues para hacer unos buenos reyes a mis hijos. Otros, están a la luna de Valencia, con trabajos de horas y horas y míseros sueldos, ¡Pobre juventud! En casa los tengo, a ver, ¿cómo se van a independizar?

Ya sé, ya sé, estás pensando que estoy escribiendo el cuento de la lechera. Sí, ¿y? De ilusión también se vive y si no, el 22 de diciembre es el día nacional de la salud, al menos a los que nunca nos toca la lotería, terminamos diciendo “Lo importante es tener salud” y qué gran verdad es. Si uno está sano, posee fuerzas, ganas, ilusión para tirar hacia adelante.

En fin, que me pongo a hablar contigo y se me va el santo al cielo. Me voy, pero quiero dejarte un deseo, mi querida Triana: nos toque o no la lotería, disfruta de la navidad, de tu gente. Ríe cuánto puedas, da tu corazón a los demás y no dejes de abrazar, de besar y regalar cariño y amor. Celebra la llegada del Niños Dios, y pon tu fe al servicio de los que no creen.

¡Felices fiestas, Triana bonita!

M Ángeles Cantalapiedra, escritora
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