A TI, MUJER

mujer, mujeres

Nunca te he escrito, es verdad…

Hoy me levanté con nombre de mujer prendido en mi garganta, maniatado en mi corazón.

Sí, tú, esa que mira descarada y desafiante, esa que se sonroja y baja la cabeza. Sí, tú, mujer de cuatro vértices y alma de aire.

Tú, mujer, de ojos de colores en tierra y vespertinos, mujer de puertas abiertas y palabra entrecortada, verbo veraz, lenguaje certero, y voz de compromiso. Sí, tú.

Tú, mujer, que callas y respondes con manos de hechos tajantes. Mujer de campos arados, de cosechas y otoños, primaveras, inviernos y veranos perdidos. De luces y sombras donde cobijar tantos preludios y desencantos.

A ti, mujer de oficio tan viejo como el mundo, desprotegida y sin derechos, incorpórea como palpable, rechazada como deseada, me sabe mal que te ignoren y te priven de lo justo y razonable.

A ti, mujer de limpieza, ¿qué haríamos sin ti si tu ayuda es esencial?

A ti, mujer de bata blanca y bata verde, que sana y recompone cayendo exhausta con tanta entrega…, más este último año.

A ti, mujer del mil personajes subida a un escenario, saliendo de una pantalla y destinada a entretener a quien te mira y escucha.

A ti, mujer de letras creando historias para que otros olviden mientras te leen.

A ti, mujer conductora, artesana, pescadera, carnicera y verdulera, camarera y cocinera, tras una caja o dependienta, a ti, mujer de oficios esenciales en una sociedad de consumo, eres sal, eres son y azúcar en nuestras vidas.

A ti, mujer de cientos de estudios, dirigiendo empresas, opositando y acaudillando ministerios…, sin regalo alguno, solo por tu valía y entrega. Igual administras ley que construyes un rascacielos, planificas un jardín y diseñas moda… ¡Gracias!, sois mi orgullo.

A ti, mujer enferma que te retuerces de dolor en un camastro o sales con tu cabeza de billar gritando que hay que luchar a viento y marea, gracias, mujer, por hacer valiente en la enfermedad con tu ejemplo.

Mujer directa, mujer invisible pero siempre mujer.

A ti, nunca te hablé, pero nunca ignoré… ¿Para qué?

¿Para qué voy a decir si toda tú eres real? Eres mujer

No somos víctimas, aunque así nos etiqueten. No, ni mártires. No, me niego a que así me vean y cataloguen.

Nos podrán clavar dagas, sesgar la vida, pisarnos y hasta escupirnos, pero jamás anular dignidad y fortaleza, nuestra bandera.

Somos tierra, somos siembra, somos luz… Somos mujeres.

¡Mujeres de Triana, felicidades por el día de la Mujer!

MªÁngeles Cantalapiedra, escritora

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©La vida secreta de las mariposas ©Un lugar al que llegar ©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla… Gymnopédies