El pasado miércoles, en la presentación del libro de Ángel Vela “Triana, la otra orilla del flamenco, 1970-2015, recordé este fragmento del capítulo de la serie “Rito y geografía del cante”, emitido a finales de 1973, en el que aparecen, entre otros, Carmelilla Montoya, Remedios Amaya, El Bobote, y mi querido Carlos Heredia, hoy desaparecido. También baila Bollito hijo, a quien una enfermedad privó de haber sido el gran bailaor de nuestro tiempo, y su padre, a quien se le ve babear cuando su hijo levanta los brazos. Testigos de excepción, y acompañantes a las palmas como no puede haber otras, Carmen Montoya y La Negra, con su hija Lole, futura estrella, junto a Manuel Molina, del nuevo flamenco. Lo recordé, porque el pasado miércoles en la calle Castilla, algunos estuvieron presentes.
Muy jóvenes todos, encantadores los niños, muy bien captado el ambiente y la magia que cada uno de ellos aportaba: Genio, talento, arte por quintales, exposición fiel del flamenco trianero que florecía en los corrales; algunos de ellos vivían ya en el extrarradio, otros, aún residían en sus casas trianeras. De cualquier manera, sin discusión, sin interpretaciones, sin duda, Triana estaba allí.
José Luis Tirado Fernández
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