Álvaro, pescadero del mercado de San Gonzalo.

Álvaro, pescadero del mercado de San Gonzalo

Álvaro, buena gente; pescadero en uno de los puestos del mercado de San Gonzalo.

Empezó en otra pescadería a los 17 años (tirando cajas y limpiando el puesto) recién terminado la ESO, «con suficiente y copiando»  que lo de estudiar no era lo suyo.

Luego, pasó a trabajar con José Espino, su jefe, del que habla con mucho cariño, en el mercado de San Gonzalo. El uno despachando en un peso y él en el otro peso. Cobraba 5000 ptas al día y los sábado su jefe le pagaba el doble para completarle el «sueldesito». Cuando se jubiló, como los hijos no querían seguir con el negocio ya que se dedican a otras profesiones, le siguió manteniendo como empleado, pero ahora al cargo del puesto.

De esto hace ya algunos años, ¡ahora hasta tiene una niña!.

Álvaro dice con humor que este mercado es único, que  siempre le pasan cosas que no cree que pasen en otro lado; como aquel vecino que iba todas las mañanas a cantarle al puesto, o el coro que le hacían él y los demás placeros a Luis el repartidor del Metro (aquel periódico gratuito), o que cuando cuenta algo y la noticia  le vuelve a llegar  después de dar la vuelta a la plaza, está aumentada tres veces más.

¿Y la clientela?

Pues muy buena, la mejor; está muy agradecido a la gente de Triana que  pese a todo y a la crisis, sigue viniendo a la plaza a comprar. Y se ve que el género debe ser bueno, porque los clientes bajan desde el Aljarafe o vienen desde Tablada a comprar.

Algunas veces hay listill@s, como aquella mujer que apareció en su puesto y le preguntó por una caja de gambas y como «no sabía si esas eran las que quería el marido«, se fue a enseñárselas. Aun está esperando o la caja de gambas o el dinero (y la supuesta clienta no ha vuelto por la plaza).

Pero son casos aislados, lo que abunda es la buena gente.

Le ha pasado de todo. Lo más llamativo, aquella vez que coincidió que él estaba fuera de la plaza y que vio dentro a un tipo que estaba insultando y amenazando a su mujer. Tal cual, se fue para él y le arreó «una tragantá» tal*, que lo derribó al suelo.

Desde el suelo el hombre intentaba explicarle (antes de que le diera otra), que no era de verdad, que era una obra de teatro por el día de la mujer maltratada, para concienciar a la gente.

El pobre se quedó sin saber qué hacer cuando escuchó la juerga que se traían los demás placeros viendo la escena. ¡¡El qué sabía!!

 *Tragantá= bofetón contundente

Como veis, buena gente este Alvaro.

Además de pescadero Álvaro es escolta en la agrupación musical Virgen de los Reyes y el pasado 30 de septiembre estuvo en la procesión de Don Bosco, tras el paso, custodiando la reliquia. Y es que antes de hacerse cargo del puesto, además de pescadero era corneta y tocaba en la banda del Sol. Ahora sólo sale de modo ocasional. Sólo dos clientas le reconocieron en la procesión y comentó que oyó decir que «como el recibimiento a Don Bosco en Sevilla, en ningún lugar» al menos hasta ahora.

Bueno, pues ya sabemos algo más de este pescadero de Triana al que podéis encontrar donde siempre, en uno de los puestos de esquina de la plaza.

Más gente de Triana

 

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion