
Nos fijamos ahora en otros elementos del templo.
En el brazo izquierdo del crucero podemos admirar el retablo de Nuestra Señora del Patrocinio, de estilo rococó y abundante rocalla. La talla de Nuestra Señora del Patrocinio es obra de Luis Álvarez Duarte (1.973), a semejanza de la destruida por el incendio que asoló el templo ese mismo año, y cuyas cenizas guarda en su interior, a modo de relicario. La corona de oro que luce es de Fernando Marmolejo, de 1.974.



El presbiterio, que aloja la impresionante talla del Santísimo Cristo de la Expiración, El Cachorro, en un magnífico retablo, instalado el año 2.010 y elaborado de forma conjunta por Javier Sánchez de los Reyes (traza), Jacinto Pérez Elliot (arquitectura), Pedro Manuel Benítez (talla), Juan García (carpintería) y los hermanos González (dorado). Dos grandes columnas salomónicas de seis espiras enmarcan el camarín de mármol verde jaspeado. De la sagrada imagen poco se puede añadir más que dejar que hable por sí misma.

En el brazo derecho del crucero vemos un sencillo altar de corte neoclásico, dedicado a san José.
Diferentes pinturas adornan las paredes. Como sucede en prácticamente todas las iglesias y conventos, son difíciles de apreciar debido a la altura a que se encuentran y a la opacidad acumulada por siglos de velas encendidas.




…continuará.
José Becerra
Fuente y fotos: Leyendas de Sevilla
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