
Miguel de Cervantes fue un escritor con una especial vinculación con Sevilla, no en vano nuestra ciudad fue el escenario de varias de sus Novelas Ejemplares como fueron «Rinconete y Cortadillo», «El patio de Monipodio», «La Española Inglesa» y el «Coloquio de Cipión y Berganza», ya que el escritor en su estancia en Sevilla conoció con detalle los personajes, usos y costumbres de la ciudad.
Sevilla por su parte tiene varios reconocimientos públicos a su figura repartidos por toda la cuidad.
Nos detenemos en la Glorieta de Cervantes, un pequeño espacio incluido dentro de la Plaza de América frente al Pabellón Real, que a su vez está ubicada al sur del Parque de María Luisa.

Nos paramos sobre los bancos que rodean la Glorieta, un lugar privilegiado que nos mostrará el valor artístico y literario de los azulejos allí colocados de fábrica trianera que resumen gráficamente la historia de Don Quijote de la Mancha.
Componen su decoración olambrillas con escenas inspiradas en ilustraciones de El Quijote, realizadas en cuerda seca y enmarcadas por una cenefa de azulejos lisos, de color oscuro, obra del pintor ceramista Pedro Borrego Bocanegra y realizada en los talleres de Ramos Rejano.
En la glorieta de Cervantes hay cuatro bancos decorados con azulejos ordenados de tal manera que nos cuentan la historia de Don Quijote de la Mancha.
Para entender la historia según el libro de Miguel de Cervantes hay que ir viendo los azulejos por filas, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, siendo el primer azulejo el de la izquierda en la fila superior.
Sevilla Daily Photo
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