
Triana, 1929.
Es tiempo de novedades en el barrio. Se inaugura un escenario veraniego para el teatro, las variedades y el cine en terrenos de huerta, junto a las instalaciones de las monjas de la calle Pagés del Corro; se llamará Cine La Huerta, y por allí pasarán compañías de comedias, cantantes, cantaores y las postreras películas mudas. Al lado se había construido un campo de fútbol, el primero de Triana con porterías reglamentarias y donde disputará sus encuentros La Gimnástica Trianera, el equipo puntero del barrio en este tiempo. Muy cerca cobrará vida una de las casas más emblemáticas, el llamado Hotel Triana, modelo de los novedosos hoteles-garage que no llegó a ejercer por falta de visitantes quedando en casa de vecinos. Añadamos que este edificio se levantó sobre las estructuras de un gran almacén de artículos sanitarios propiedad de Manuel Carriedo.