Diccionario trianero_12

Alfarería (continuación).

(recordemos, de nuevo, que este diccionario tiene de origen los años finales de la década de 1980)

Comercios e industrias.– Además de la alfarería que generó su principal riqueza industrial, hubo en esta calle hornos de pan, talleres de fundición, almacenes de pieles, jabón y aceitunas y hasta una fábrica de turrones. Entre sus tejares de gran producción señalemos el de Galocha y el de Bernal, muy importantes durante el pasado siglo y parte del actual.

Por el recodo que concluye su discurrir, aún permanece enhiesta y ahumando el cielo que señala la última chimenea de Triana, la de la Industria Trianera de Hidrogenación; toda una reliquia latente que evoca la pretérita naturaleza de este sector del barrio.

Como industrias contra el ocio y la cultura que son, anotemos la existencia de un cine de verano con el nombre de la calle hasta la temporada de 1988, y recordemos otros de más lejana memoria como Los Rosales y la que fuera magnífica sala de invierno Astoria (con entrada, asimismo, por Castilla), sucesora de la histórica sala Triana Cinema. De los bares antiguos traigamos el de Paulito que tenía su equipo de fútbol en el que jugó el que después fuera árbitro, Julio Seva.

Alfarería (cine de verano).- Al inicio de los años cuarenta abrió sus puertas esta terraza para la cinematografía que habrá de ser la más antigua, junto con el Cine Avenida, hasta el año desu desaparición por destinarse el amplio patio como circunstancial ubicación de los puestos de la plaza de abastos, mientras se realizan las obras de reforma. El Alfarería fue uno de los cines de verano mejor acondicionados de toda la ciudad.

(Continuará)

Ángel Vela Nieto