DOMINGO DE RAMOS

Domingo de Ramos

ya sale la Estrella

y a mí me ponían

la camisa nueva;

pantalones largos,

picor de franela.

Vete al altozano:

aquellas trompetas

pintaban mi alma

de cadencias viejas.

Va el nazarenito

con la ventolera

hinchando su capa

igual que las velas

del barco que abajo

la orilla fondea.

Con tirabuzones,

llega la marea,

cuando por el puente

su paso atraviesa,

rizando el espejo

que al sol centellea.

Vigila esa nube,

que no se detenga,

que siga, Dios mío,

su larga carrera.

Que a mi Estrella no,

que yo quiero verla

honrando a su  pueblo,

que es Triana entera,

llenando sus calles

de la primavera,

abriéndose paso

por la solanera,

por la mar en calma,

por la amada senda

de versos y flores

que a Sevilla lleva.

Estrella

José Luis Tirado Fernández

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