Triana, 1912.
La terrible riada del año obliga, por primera vez, a constituir la «Junta de Defensa de Triana», compuesta por concejales e industriales y presidida por Francisco Casado Baena, que va a tratar que el Ayuntamiento del conde de Halcón proteja con medidas eficaces a tan sufrido vecindario.
La construcción de la carretera de Huelva y del terraplén paralelo del ferrocarril había agravado la situación porque dificultaba el desagüe natural del río por la Vega. La nueva Junta alentó las protestas de todo el vecindario, aunque mantuvo una actuación variable y a veces ligadas a intereses particulares. Lo que faltaba. Pobre Triana…
Ángel Vela Nieto
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