
“No se puede comprar el tiempo en mostradores” Rafa González Serna
Es tiempo de carnaval, de carne y chirigota, de pecado sobre pecado, de alegría y fanfarria, de disfraz y diversión. Pero mañana…
Mañana será otro tiempo, el de la estación y la penitencia, el de tirar al olvido tanto agravio y sacar de los bolsillos el perdón, de coserlo en tu boca y grabarlo en tu alma, porque…
Es tiempo de los cinco sentidos y si buscas clasicismo puro ven acá conmigo, te muestro Triana.
Es tiempo de pregones, carteles y rachear ya tus calles de sonidos tan imprescindibles en tu esencia como en tu forma de ser.
Gozos y sombras de candelas peregrinas, calle arriba, calle abajo
Es tiempo de perfume a naranjo y en ná, su fruto de azahar, esencia para los sentidos. Aromas de incienso revoloteando en el aire, en el ambiente, en tu olfato.
Es tiempo de fe, de vía crucis, de pasión y muerte, y recogerse en sí mismo y rezar, pensar…, lo siente mi alma, palpita en mi corazón ¡Ay mi Cristo, ay mi Virgen, mil exornos para ellos!, los más bellos para hermosear cada talla, cada altar.
Es tiempo de sonidos, de capilla, desgarro, trompeta y Amarguras. De Estrellas sublimes, Triana Costalera y Callejuelas de la O. Esperanzas trianeras y coronadas y Hosanna in excelsis.
El tiempo no se compra en un mostrador, lo dijo el poeta. El tiempo es solo él. Vívelo en cada estación, grábatelo en tu piel de hombre y cierra los ojos, respira el aroma de Triana, huele a Esperanza.
Trianero, entrega tu ser, es tiempo ya de cuaresma.
“De balcones y ventanas cogieron todas las flores y dejaron a Triana tan solo con dos colores, el moreno de tu cara y el verde esperanza de amores” Rafa González Serna
MªÁngeles Cantalapiedra, escritora
Foto, Jesús Triana, de su serie estampas de mi barrio