
A LA CIGARRERA
Bajo un Palio ensangrentado
caminas Tú silenciosa
con el Pecho atravesado
por siete pétalos de Rosa
como cuchillos afilados.
Vas sufriendo tu Destino
por la calle la Amargura,
pero en tu Rostro Divino
no se pierde la Ternura
que te lleva tras tu Hijo.
Eres Tú, de la Victoria
Nuestra Madre Soberana,
tienes Tú, toda la Gloria
de una margen de Triana
que está cargada de historia.
Una margen de Triana
que se bebió tu Belleza
al saberte una mañana
toda llena de tristezas,
y de Penas Desolada.
Y entre nardos y perfumes
te están sacando a la calle
a que pasees tus Dolores,
unos Dolores de Madre
Doliente que nadie sabe.
Resbalan por tus mejillas
lágrimas de mariposas
que se me antojan sencillas,
como el Rocío en las rosas
o la peina en la mantilla.
Te han tejido en el Cielo
una Saya de Oro fino,
un Manto de Terciopelo
y unos puñales de espinos
para tu Amargo recelo.
Serafines han bajado
a despedirte a la puerta,
esta que ya se ha cerrado
deja la calle desierta
siempre limpia de pecados.
Eres Tú, la Cigarrera,
eres Tú, la Virgen Pura,
eres Tú, a la que cualquiera
se regala de Hermosura
viéndote de esa manera.
Santiago Martín Moreno
Foto: Jesús Daza
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