El ficus de San Jacinto y el temporal

Ficus de San Jacinto

El ficus de San Jacinto, una grave preocupación de los dominicos especialmente estos días de temporal.

Estos días los padres dominicos de San Jacinto están, como decimos en Triana, con «las carnes abiertas». El asunto que les tiene sin dormir es el magnífico ejemplar de ficus de la entrada de la parroquia.

Este emblemático ejemplar, que forma parte de la fisonomía del barrio y al que tanto cariño le tenemos los trianeros, es un peligro potencial para la población. El actual párroco de San Jacinto ha comentado a este medio que «no ha pasado nada porque Dios no ha querido«. La orden de los dominicos ha solicitado a las autoridades, muy a su pesar, la tala del  ejemplar de ficus, en el convencimiento de que lo prioritario es asegurar la integridad de las personas.

Esta preocupación viene de tiempo atrás. La orden hace tiempo ya informó a la Administración local de la situación y tuvieron reuniones con los representantes de Parques y Jardines del Ayuntamiento. A finales de septiembre del 2016, tras una inspección del árbol por los peritos, estos dictaminaron que el ficus estaba en perfecto estado. Dado que un podador eminente en su campo tenía que venir a un congreso a la ciudad, se le consultaría.  Sin embargo, el 12 de octubre cayó una rama dentro del recinto parroquial. Aunque no hubo que lamentar daños personales, sí que hizo necesaria la intervención de los bomberos quienes hicieron una poda de urgencia. El Ayuntamiento en ese momento se hizo cargo del árbol y sacó la licitación de la poda que  se realizó en noviembre de 2016.

Aunque la orden tiene asegurado al susodicho árbol y le hace un estricto seguimiento, su preocupación radica en los daños a la integridad de las personas que el eventual desprendimiento de una rama pueda causar. «Nada está por encima de una vida humana». Y es que no es lo mismo tener un naranjo o un olivo que un que un ficus de esas dimensiones, en un sitio tan concurrido y al que además se le han desprendido ramas.

Por eso, han realizado diversas gestiones y elevado escritos a la Delegada del Distrito Dª. Carmen Castreño para informar de la situación y solicitar la tala del árbol.  El último de estos escritos tiene sello de entrada en el Registro de julio de 2017, sin que hasta la fecha hayan recibido respuesta de ninguna clase de parte de la Administración.

El párroco nos comenta su viva preocupación por este tema que no logra solucionar ya que no depende de él, en especial, ante este temporal.

 

 

 

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