Historia de la Lotería de Navidad.

Lotería de Navidad

Algo de historia de la Lotería de Navidad.

Por Manuel Mediano Vargas.

Indagando en la historia de la Lotería Nacional en su comienzo y con el fin que se fundó dicho juego, encuentro algunas similitudes tanto en fechas y forma de sorteos en antiguas culturas. Especialmente el sorteo Navidad que por su alta participación popular y la esperanza de tantos y desengaños de muchos, crea en una gran parte de los ciudadanos que participan en este juego. 
 
 
Pues comenzando por su antigüedad, esta nos lleva a la antigua Roma, se da la circunstancia que la Lotería de Navidad que se juega el 22 de diciembre, coincide con las fechas de los sorteos mas importantes de la antigua Roma, que lo celebraban entre le 17 y el 23 de diciembre, durante la saturnalia. 
 
“En la época romana era tradición durante las saturnalia que los familiares y amigos cercanos se hicieran regalos unos a otros”, igual que hacemos ahora en estas fechas. También se instalaban “mercadillos de saturnalia”, donde las gentes podían comprar regalos y complementos de artesanía de la época para regalar, muy parecido a los actuales mercadillos de la Navidad, instalados en nuestras ciudades por todo el país. 
 
En los regalos que se hacían entre ellos, era costumbre hacer pequeñas rifas en la que todos los boletos estaban premiados. Pero en la alta sociedad romana, el lujo y el exceso formaban parte de una ostentación sin freno. Estas pequeñas rifas se convertían en grandes sorteos de lotería que llegaban hacer inconmensurables, cuando se trataba de la familia imperial. 
 
El emperador Augusto, aficionado a las saturnalia y hacer bromas en estos ambientes informales, gustaba de hacer grandes sorteos, donde aprovechaba la ocasión para gastar bromas con los premios. En sus banquetes festivos solía repartir boletos de lotería que podían estar premiados con grandes sumas de dinero, telas exóticas y incluso oro o, por el contrario, objetos de bromas como esponjas o mantos de pelo de cabras. El emperador “Heliogábalo hacia grotescos emparejamientos con los premios: con un solo boleto podía ganar diez camellos o diez moscas, diez libras de oro, diez avestruces o diez huevos de gallinas”. 
 
 
Hay historiadores de esta materia que mantienen las teorías, a pesar de que sigue siendo un misterio, que explican que los primeros sorteos o rifas fueron celebrados en China y la organizó un emperador, para sufragar la terminación de la Gran Muralla China, para mantener alejados a las tribus mongólicas conocidas como “los unos” que días tras días arremetían las puertas del imperio. 
 
 
Lo que si es cierto que el primero en organizar una lotería estatal fue el monarca francés Francisco I, que ideó un famoso sorteo llamado la ”blancque” para financiar las continuas guerras que se veía envuelto, esto sucedía en el siglo XVI. 
 
En un principio se utilizaba los boletos para posteriormente pasar a las bolas como nos dice Córdoba Bueno, “El sorteo se organizaba utilizando dos vasijas como recipientes. En una de ella se incorporaban los boletos que se jugaban, y en otra tanto los premios “blancos”, es decir, todos los boletos jugados tendrían un resultado, bien recibiendo un premio concreto, bien no recibiendo nada”. 
 
El día del sorteo, se subían las dos vasijas a un estrado y se pedía a un niño ciego que sacara una bola de cada uno de los recipientes y se le entregara al organizador. Este cantaba podía cantar entonces “blanco” o ”beneficio” según saliera en la esfera. 
 
Posteriormente, aquel que hubiera sido agraciado con un premio podía retirarlo en el plazo de un mes. En caso contrario, pasaban directamente a ser propiedad del monarca. 
 
A principio del siglo XVIInglaterra se planteó instaurar la lotería publica (no estatal) para hacer frente a los gastos de la guerra contra Francia, lo que produjo un cierto acalorado debate en el Parlamento, dando lugar a que ciertos grupos exaltados gritasen “Callen ustedes; esta lotería es la reina de todas las loterías”. 
 
En el siglo XVII la lotería ya se había hecho popular en Italia habiendo causado furor en la ciudades como Venecia y Génova convirtiéndose sus plazas publicas en oficinas de lotería, según escribe Costanzo “que hombres muy ricos acabaron por morir sumidos en la miseria, muchos comerciantes se declararon en quiebra y se incendió la tea de la discordia en el seno de las familias que habían tenido hasta entonces una conducta ejemplar”. 
 
 
     
Lotería “La Moderna». 
 
Dadas las graves circunstancia que padecía España, la hambruna de 1808 y las epidemias en medio de la guerra que se tenia contra Francia,produjeron unas perdidas económicas gigantesca y un descenso demográfico de entre 560.000 y 885.000 habitantes, en una población de apenas superaba los 10 millones. 
 
 
La necesidad imperiosa que tuvo el gobierno de dinero, para sufragar los elevados gastos militares hasta el final de la guerra 1814. Fue motivo para crear una lotería estatal siendo el impulsor de dicha idea, el Ministro del Consejo y Cámara de Indias, Ciriaco González Carvajal, el objetivo era «aumentar los ingresos del erario publico sin quebranto de los contribuyentes». 
 
Con esta esta situación de crisis se celebró en Cádiz el primer sorteo de la lotería de Navidad el 18 de diciembre de 1812, con la denominación de“Lotería Moderna” utilizando papeletas con los números impresos y con un “Gordo” de 8.000 reales, siendo el afortunado un ciudadano español que gastó solo 40 reales en el numero 03604. 
 
La Lotería Nacional ha sido desde que se implanto un rentable negocio para el estado, ni en la Guerra Civil se suspendió el sorteo de Navidad, quedando dividida en dos, La Lotería republicana y la nacional, con un sorteo en Madrid y otro en Sevilla. 
 
El precio de los boletos o decimos del sorteo de Navidad han ido incrementando su precio a través del tiempo, desde los 40 reales en 1812, en 1944, 100 pesetas, en 1953, 200 pesetas, 400 pesetas en 1957 y en 1970 a 1000 pesetas. Hoy cuesta 20 euros (mas de 3.300 pesetas) aunque las ventas siguen creciendo. 
 
La Lotería Nacional ha llegado a nuestros tiempos consiguiendo la ilusión y esperanza en gran parte de la población e incrementar el bienestar de los agraciados de la Diosa Fortuna. 
 
También el desencanto y desilusión de los no agraciados, que son los que se conforman con tener una calidad buena de vida, exhortando al respetable con la conformista frase “lo que hace falta es salud” o “la salud es lo primero”, pero no podían faltar los que con una “mijita” de guasa, pretenden hacer el día del sorteo de Navidad, el “Día Internacional de la Salud”. 
 
Fuente original: Balcón trianero