La Plazuela

reurbanización plazuela santa Ana

PLAZUELA DE SANTA ANA.1«La Plazuela»

Nombre común de la plaza de Santa Ana o Sacra Familia.

Con su resto de caserío del XVIII y XIX abandonado por las familias que lo habitaron hasta finales de los 60, su puerta del templo de la reforma de 1690 y su reseca y toscas taza de fuente. Fue enclave predilecto del clasicismo de Triana; espacio interior donde en su discurrir rinden pleitesía las calles Pelay Correa y Rodrigo de Triana.

La Plazuela de Santa Ana que quedó en un título de Estébanez Calderón (1847), ha servido como escenario de espectáculos flamencos en noches de Velá de la Patrona. Aquí debutó Triana Pura y Pura ante su gente para demostrar el arte sin parangón de la Cava de los gitanos; aquí cantaron Oliver y El Arenero cuando eran prodigiosa novedad pública, entronando ante la puerta de los pies de la catedral trianera la dulce soleá del barro, y aquí cantó y pregonó la fiesta de julio Naranjito de Triana.
En los años 50 y 60, cuando en ella vivía el lord del cante, Luis Caballero, la taberna de Vélez que evoca El Pali en sus memorias acogía el cante al encenderse en las gargantas, o el baile en el momento en que los pies se elevaban haciendo compás y tenían que saltar de la silla.

Hoy, cotidianamente, es lugar tapero, como toda Triana. Lejos quedó aquella Plazuela de la vida, la gracia y la desgracia que canta una curiosa farruca: «La Pili nació en Triana/ entre fandangos y olés,/ y al verla se acabó el cante/ y echaron tos a correr./ Se emborrachó con vinagre/ y la plazuela explotó./ ¡Ay!, Pili, Pilili, Pilili,/ hasta el pavimento se desintegró».

Pedro Ricardo Miño en su disco «Piano con duende» (2003) incluye un tema titulado «Una fiesta en la Plazuela». También La Lole se acuerda del emblemático y flamenco enclave en su trabajo «Metáfora» (2007) y titula así, «La Plazuela», al primer cante del cedé.

Ángel Vela Nieto
(De «Escenarios y artistas», capítulo principal de «Triana, la otra orilla del flamenco -1931-1970)».

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion