Las antiguas posadas y mesones de Triana

¿Sabías que…? ¿Cómo era el antiguo hospedaje en Triana?

Una imagen poco conocida de la Triana comercial es la que se refiere a sus antiguas posadas y mesones. Es el caso de la que se llamó Posada de las Ánimas, situada en la calle San Jacinto, próxima al estanco de Sierra, ocupando en su tiempo el solar en que se asienta el edificio donde hoy se encuentra el bar El Papelón.

Hasta el momento no se sabe su antigüedad ni del origen de su nombre.
A la posada se accedía a través de un gran portal, que abriéndose desde los soportales, que por entonces jalonaban las aceras de la calle San Jacinto permitían la entrada a su interior de las bestias de carga. Pasado aquel portal y a la derecha tenían una pequeña taberna para la atención de los huéspedes mientras que en la entrada existía un pequeño puestecillo y en el que vendían huevos, leches y sobre todo aceitunas.

Tras la exigua tabernilla y al fondo se abría un gran patio empedrado al que daban tres cuadras destinadas a las bestias y el pajar, una cocina y el gallinero. Los principales clientes de esta posada eran los “ escoteros”, aquella antigua profesión de los que llegaban sin bagaje ni carga alguna; en una palabra con lo puesto para trabajar a escote en la siega o en las recolecciones de aceitunas y la naranja.

Sus aposentos; aquel gran patio sobre cuyo suelo se disponían jergones y mantas para poder dormir. Los más pudientes ocupaban una serie de habitaciones altas a las que se accedía por una empinada escalera que arrancaba desde el mismo patio. En sus últimos tiempos se pagaba un real diario por el jergón y tres pesetas por las habitaciones.

Pero el negocio entró en decadencia hasta acabar por cerrarse hacia el 1937.

Ángel Bautista Guerrero




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