Con este peculiar nombre, el cual estoy seguro que llamará la atención del lector, se conoce a una estafa que se está dando en los últimos años vía Internet.
En artículos anteriores hablábamos de otros delitos que se dan por medios informáticos, como por ejemplo el pishing o la usurpación de identidad en redes sociales. Siguiendo esta línea, vamos a explicar que es y en qué consiste las llamadas cartas nigerianas.
La estafa nigeriana, como también es conocido este acto, es una estafa que consiste en comunicar a una persona vía e-mail una supuesta fortuna en forma de herencia que proviene de un supuesto familiar cuya defunción ocurre cuando residía en un país africano (de ahí su nombre).
Este delito consta de varias fases, las cuales procedemos a explicar a continuación, para que el lector esté atento y no sea una víctima más:
Fase 1. La víctima recibe un mail de una persona con cierta veracidad legal (entiéndase abogado, miembro del Gobierno etc) donde se asegura que un familiar suyo, que residía en un país en concreto de África (Nigeria o Ghana entre otros) depositó un montante dinerario en una cuenta bancaria del país en cuestión. La persona que se pone en contacto asegura tener acceso a la cuenta y su única pretensión es transferir el dinero al extranjero, en concreto a usted, la víctima, por ser familiar del supuesto fallecido.
Fase 2. La víctima para poder acceder a esa herencia debe abrir una cuenta bancaria en un banco determinado. Una vez realizado esto, y aportándonos una serie de documentos relacionados con el tema que aunque sean falsos, otorgan credibilidad (como por ejemplo testamento, certificado de defunción, foto de la persona que se pone en contacto con la víctima ), se va pidiendo que se transfiera una serie de gastos para pagar a abogados, bancos o funcionarios del país entre otros. De esa manera, poco a poco la víctima va dando cantidades de dinero con la promesa de transferir una herencia que nunca llegará porque no existe.
Fase 3. La última y que pone fin a este proceso, viene dado por unos problemas que de repente surgen en la transferencia de la herencia, la cual se encuentra paralizada a la espera de que la víctima siga dando unas cantidades de dinero para impuestos u otros gastos más, de manera cíclica, lo cual hacen de la víctima sospechar y desistir de recibir ese suculento dinero. Una vez que la víctima deja de pagar, los estafadores desaparecen.
No confíen en este tema, jamás den su cuenta bancaria ni firmen nada que solo aparente ser verdad, y si recibe un correo electrónico de esta naturaleza, póngalo en contacto de la policía.
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