Mi querida Triana…
Hoy es nuestro día como cada domingo y por nada del mundo quiero fallar a la cita, porque significa como estar balanceándome en tus brazos, calles, en tu esencia. Sin embargo, no tengo mucho tiempo para poderte dedicar porque me he dormido y en nada he de irme a la Feria del Libro de Valladolid a seguir conociendo a lectores maravillosos.
¿Por qué me he dormido con lo madrugadora que soy? Pues ayer cuando terminé de trabajar en la feria del libro, me fui con mi marido a celebrar que hoy 27 de septiembre es mi cumpleaños… ¿Cuántos cumplo? ¡Chica, no me seas indiscreta!, la edad una mujer jamás la revela, al menos yo. Me encanta cumplir años porque eso significa todo lo que he vivido y eso me gusta muchísimo, ahora, lo de acumular años en la chepa, Triana, lo llevo fatal y como mi madre me dijo una vez “Hija, desde los quince años, no has evolucionado”, se pensó que su afirmación me iba a ofender y que recapacitaría, y me volvería mujer sensata, e hizo el efecto contrario: me pareció el regalo más bonito que recuerdo de mi madre; uno es joven tanto tiempo como quiera, es cuestión de actitud, ¿no te parece, Triana? Anda que no tienes tú años y siglos y, ¿cómo estás? Mas bonita que ninguna.
Si no llega a ser por el puñetero Covid que nos está amargando la vida a todos, toditos, todos, Triana, mi familia y yo hubiéramos celebrado ayer la boda de mi hijo mayor en los Estudiantes y luego, como madrina que iba a ser con mantilla incluida, me hubiera acercado a mi Esperanza de Triana a llevarle un ramo de flores en agradecimiento por estar cada minuto de mi vida a mi lado. Pero como me dijo un amigo “Angelita, ¿hubo Feria de Abril? No, pues boda tampoco”
En fin, Triana, te dejo, me voy, pero el domingo que viene estaré contigo de nuevo. Este rinconcito que tú y yo hemos creado, me parece delicioso y me da la sensación que vivo ahí, contigo, contándonos como dos amigas nuestras cuitas, vivencias, en una palabra, viviéndonos una a la otra.
Por cierto, Triana bonita, ¿sabes que una vallisoletana llamada Nieves fue ayer a la feria y me dijo que todos los domingos va al Diario de Triana a leernos a ti y a mí? Me pareció un regalo de cumpleaños bonitísimo. Ya sé que tú eres famosa en el mundo entero y que a mí solo me conocen, con suerte, las paredes de mi casa, pero me hizo muy feliz.
Triana, hazme el favor de cuidarte y vigila a los más desfavorecidos del barrio, por desgracias cada vez hay más vecinos que por el Covid, lo están pasando muy mal y tienes que ayudarlos; es el momento de hacer una cadena humana y poner cada uno nuestro granito de arena.
Un abrazo inmenso, mi Triana y hasta la semana que viene.
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
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