El Morapio de Triana, aquella Sevilla que abría hasta el amanecer

Morapio

Traemos aquí este bonito artículo del ABCdeSevilla

Rula por youtube una grabación inestimable en el patio terrizo del Morapio, quizás en primavera avanzada, con Silvio y su colega Miguel Iglesias protegidos por la sombra de la parra, como dos roqueros de la Grecia hispalense intentando ligar con una chica monísima con acento norteño.

El Morapio que yo conocí, en Pelay Correa, Triana, era el desguace de un corralón vecinal, donde los jipis retardados de los ochenta y la progresía política emergente, se daban cita para hablar de la revolución, la socialdemocracia sueca y ligar, por los palos tristes y aburridos de la pose intelectualoide de la época, a las musas más encarnadas y potentes que salían de nuestra Universidad. De vez en vez, los más risueños, liaban trompetas como escobones, para reírse por Ketama sin necesidad de que nadie contara el chiste de los garbanzos de Paco Gandía.

A los ochenta, El Morapio, nos llegó ya desvestido de sus ropajes primigenios, con los que vino al mundo en la lejana y anoréxica década de los cincuenta, con Juan Montilla como propietario al servicio de las noches más largas que conocieron las estrellas del Guadalquivir.

Fue por entonces una especie de cuarto de cabales, de refugio para la gente del bronce, que montaban unas vigilias con muchísimo compás la noche en la que Esperanza, la de Pureza, salía a conquistar Sevilla.

El que pudo vivir aquellas alegrías conoció la gloria en la tierra. Los señoritos de la época, cuando la juerga encadenaba noche y día, se acercaban hasta el Morapio para contratar gargantas por tangos y entrepiernas por alegrías. El caso es que, en la Sevilla de los sesenta, cuando los artistas terminaban sus trabajos en los teatros o en los colmaos, todos acababan en El Morapio, donde se abría hasta el amanecer y el caldo puchero se encadenaba con la copa de anís y el café primero de la mañana.

Los gitanos de la calle Cisne, los del monte Pirolo, los que dieron sello y partida de nacimiento a Triana Pura, todos ellos recalaban allí porque allí se invocaban a sus duendes.

Recuerdos en el Morapio
Recuerdos en el Morapio-YO ME CRIÉ EN TRIANA

 

Leer artículo completo aquí


Fuente: ABCdeSevilla escrito por Felix Machuca

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion