PASEANDO…

Buenos días Triana bonita, ¿te vienes a dar un paseo conmigo?

…Es verano, y el paisaje de cualquier ciudad está mutando. Se hace más reposado, el asfalto cruje menos y sus habitantes, muchos, desaparecen de su perfil. Sin embargo, los que seguimos caminando por sus callejuelas, plazas y parques, experimentamos ciertos placeres que saben a remanso, a agua fresca. Y eso, sucede en cualquier urbe del mundo…

A mí, me gusta pasear sin ritmo, un deambular caótico y desmelenado, bebiendo el néctar de cualquier balcón cuyos huesos son una flor trepando a mis ojos, e imaginándome cómo son sus moradores.

Adoro caminar con pasos apaisados sin saber dónde voy ni por dónde vengo. Iluminar la mirada de ventanas sórdidas o pulidas por un encaje, que me hacen soñar que, detrás de ellas, hay un amor que espera, una vida que crece.

Me apasiona parar bajo un árbol, su copa me resguarda de una lluvia inesperada en tardes de verano, o acariciar su sombra amable de hojas recién estrenados colores cuyo verdor posee fecha de caducidad.

Me complace sembrarme de silencios, de ecos de campanas y pájaros locos en cualquier atardecer del estío. Me agrada preñar mi quedo mundo por el croar de un pato y olvidar mis alas para convertirme en pavo real de plumaje azulado.

Me encanta descansar mi cansancio en un banco perdido en el glauco de mi ciudad, en esos parques que se hace el pulmón de un barrio para chicos y grandes.

Disfruto de la quietud de esas noches de farolillos y verbenas, de la risa y la chicharra susurrando que el bochorno y la canícula se quedarán, del alivio que supone ese airecillo suave a la vera de un río

Saboreo tu voz, tu mirada tranquila, tu aposento sencillo que no va de nada y eres un todo para cualquier paisano que cate tu piel de verano.

Gozo perdiéndome por mi ciudad, por tu barrio, Triana, paseando a ninguna parte…

M Ángeles Cantalapiedra, escritora

– ©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla…Gymnopédies ©Un lugar al que llegar