
Por: Carlos Valera
Se nos ha ido como llegó… dulce suave y comedido… sin duda uno de los mejores vestidores de Sevilla, tuvo la suerte de ser elegido por ellas para poner la toca entretejida, las horquillas justa en su pelo y el cinturón de capitana en su talle. No ha tenido que esperar un segundo en la cola de entrada a la Gloria… traía en sus manos el pergamino de la puerta de las almenas, el lazo justo y perfecto de la O y por si faltaba algo… el broche de amor de su Estrella de la mañana, alfarera sin igual que recorta los cielos Trianeros como un poema de amor único e inigualable.
Hoy es fiesta en el cielo, porque el ya estará siempre bajo la eterna mirada de María y ella habrá salido al encuentro de él, en el primer lubrican que tiñe de rosa la tarde del horizonte Trianero.
Hoy ha dejado Sevilla
Las manos de un alfarero,
Que vestían a la Virgen
De este barrio Trianero.
Que guiadas por Arcángeles,
Con fajas de negro duelo,
Ponía la eterna toquilla
Esa que le gusta a Sevilla
Con palios color de cielo.
Nadie como tu tan cerca
De sus mejillas rosada,
Tus labios sujetan la horquilla
Que Iban dejando peinada
A esa madre de la Estrella
Que en San Jacinto lloraba.
Vaya lujo “pa “Triana…
Otro duende de la cava…
Lo estaba esperando una estrella
En la madrugada pasada
A las puertas de la Gloria
Que San Jacinto se llama.
——
Gracias por todo tu amor a nuestra tierra
Ya estas con ella… Pepe Garduño
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