Primera piedra del Puente de Triana

El viernes, 12 de Diciembre de 1,845, fue el día señalado para la solemne ceremonia de colocar la primera piedra en el cimiento del estribo del nuevo puente a la orilla izquierda del Guadalquivir; concertando los ingenieros con el municipio la forma mas adecuada de revestir el acto de cierto esplendor, correspondiente a la magnitud de la obra, cuya inauguración iba a celebrarse.
PUENTE DE tRIANA EN OBRASArreglados los términos de operación tan importante, y anunciada en los periódicos de la capital por edicto de la Alcaldía, se levanto en la cima de la barranca una meseta bastante espaciosa para contener un altar adornado de cruz y candelero de plata, misal con el libro de las sagradas preces para la bendición de la piedra y azafates con las sacerdotales vestiduras.

Cubierta de alfombra la explanada del estribo, daba lugar a tres filas de sillones, banquetas y bancos, con destino a las autoridades, cuerpos y convite, situada en medio la mesa con tapete de damasco, escribanía de plata y la cajita de zinc, que debía incrustarse en las piedras de memoración.
Mientras el señor Dean, López Cepero, con el maestro de ceremonias, colegiales y niños seises de la catedral, vestidos de sobrepellices, se dirigían a la plataforma del altar á disponerse para la ceremonia eclesiástica, el secretario del ayuntamiento, Vázquez Ponce, procedió a la lectura del acta, que damos integra en el apéndice; oyéndola de pié autoridades, funcionarios y convite, y firmándola para incluirla en la cajita, con los documentos y monedas que estaba acordado encerrar en aquel deposito.
La comitiva del señor Dean, con hachas de cera, bajó al estribo, recitando las oraciones que señala el ritual de la iglesia católica para semejantes casos, y soldada con plomo la cajita que contenía papeles y monedas, se entregó al celebrante para acomodarla en la caridad, practicada en el lecho de la primera piedra de cimentación.
El jefe político echó sobre la caja una pellada de mezcla con palaustre de plata , primorosamente cincelado, sucediéndole en la faena el capitán general interino y el señor Alcalde presidente, y los operarios de la empresa constructora acabaron de remover la piedra para encajarla en su correspondiente lugar; concluyendo con esto la ceremonia, favorecida por un día templado, y por una concurrencia numerosísima, instalada sobre los muelles y palenques de Triana y en la margen opuesta; surcando las aguas del caudaloso río lanchas y falúas llena de curiosos espectadores, y amenizando cuadro tan agradable la banda de música del regimiento de artillería, tocando escogidas piezas.
Los ingenieros Bernadet y Steinacher invitaron á los firmantes del acta oficial á un suntuoso refresco, preparado en la caseta del arsenal, donde hubo repetidos brindis al fausto acontecimiento y dichosa terminación de las obras; obsequiándose al maestro del puente de barca con dos onzas de oro por el jefe político y el alcalde, y siéndole regalado por la empresa del nuevo puente el palaustre cincelado que sirvió para el acto de cubrir la caja conmemorativa.                                         M. Mediano Vargas

 

                                                     J. Velazquez y Sánchez A. Sevilla

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