SOLEÁ POR BULERIA O BULERIA POR SOLEÁ

Para gustos, colores. La mayoría de los flamencos suelen emplear el término “Soleá por bulería”, pero veamos.

La condición de la soleá viene marcada por su compás. Esa –ella, porque es mujer- es cierta, inconfundible y demostrada. En su largo caminar a través del tiempo y la historia, desde la leyenda de la Andonda hasta la arrogación por alguna comarca o pueblo de su cierto origen, ha tenido su evolución y ha sido génesis de otras muchas variantes. Literariamente hablando, es una pieza poética propia de la literatura andaluza, cultivada por grandes poetas, entre los que destacó Manuel Machado.

No entiendo el gran entusiasmo que provoca entre los intelectuales el haiku japonés, el cual admiran, protegen y propagan. Se miran en lo de fuera y no vuelven la cara hacia lo que tienen en casa. ¿Herencia directa del desprecio de la gente de 98 por el flamenco?

Primera sospecha:

Y la más extendida: la soleá a paso ligero. Si esto es así entonces la bulería como palo no existe, se trataría solamente de una aceleración del compás. ¿Conclusión? La bulería no es un palo. Entonces, la soleá se acelera en su compás y da paso a este estilo. Puede servir.

¿Son Bulerías para escuchar?

No. El que canta bien por bulería, entre otras cosas, debe decir, contar, expresar. Lole Montoya conmovía con las letras de Manuel Molina. Es cierto que aquello eran bulerías de nuevo cuño, parsimoniosas, en tonos menores y que tocaban temas hasta entonces no muy comunes en las letras flamencas. Sin duda, eran diferentes. Gustaron y además vendieron. Las escuchamos al final de esta entrada.

Segunda sospecha:

El palo de la bulería puede ser interpretado a compás más lento. Entonces se convierte en una soleá. ¿Porqué no irse directo al palo? ¿Que no utiliza las mismas escalas musicales?  La mayoría de las bulerías tradicionales que conozco –Pastora, Vallejo, Mairena, Caracol…- usan las mismas notas, si por medio:

LA-SI-REm-DO-LA.

Si por arriba:

MI-FA-Lam-SOL.MI.

Poco sustento tiene esa teoría.

 

El cuplé por bulerías.

Pastora hizo coplas de León y Quiroga por bulería. También Vallejo popularizó coplas, como casi todos los flamencos, pues sabido es que el que canta muy bien por siguiriya y soleá tiene los bolsillos llenos de bujeros. Ahí brillaban con luz propia dos estrellas fulgurantes, a quienes se podría atribuir la creación/formalización del estilo. Estas sí que serían bulerías para escuchar. Por cierto he encontrado entre los discos de mi padre uno de las “niñas” y lo he escaneado. Es de 1970.

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Fernanda y Bernarda 2

Triana, siempre en la vanguardia.

Ahora me quedo con las bulerías para escuchar que, con el sello genuino de Triana, nos traen Lole y Manuel en una grabación de 1976 para TVE, fresca la voz, joven y más gitana que nunca, Lole afina primorosamente en el tema «Nuevo dia», que el recordado Manuel Molina presenta como una «canción». Van a pasar muchos años para que tal conjunción de talento, creatividad y dotes de interpretación vuelvan a reunirse.

Me voy, volviendo a recordar como siempre, que estas entradas son impresiones personales y por supuesto, originales, de este vuestro amigo.

Otra cuestión… ¿Dónde he escuchado yo estos versos? Están dedicados a la bulería y me parece que arrojarían algo de luz sobre el dilema. Los pongo aquí y si al autor le molesta, puede indicármelo y los retiraré enseguida.

Es un acompasamiento

que acompaña a cualquier cante

sin pedirle documento.

José Luis Tirado Fernández

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