Se representa en la Velá la hazaña del almirante Bonifaz

Velá, 1928

Triana, 1928.

La anécdota del año ocurrió sobre el río y en tarde de Velá.

Se iba a representar el asalto de Sevilla del almirante Bonifaz y la «cruenta batalla» fluvial contra los moros. Francisco Casado, industrial de la calle Castilla, fue designado capitán de las tropas cristianas, y su amigo, Manuel Rodríguez Alonso, jefe «instructor» de los «malos» sarracenos. Y cómo estaban en la fiesta grande de Triana, a éste último le dio por «entrenar» a sus soldados por las tabernas, dándoles «ánimo» para el bélico encuentro; y como si de un partido de fútbol se tratara, empujó a sus hombres a la victoria. Y así ocurrió: los cristianos, sorprendidos por el ímpetu de los del turbante y el cambio de papeles, acabaron todos lanzándose al agua y buscando la orilla. Tras «la hazaña», que hizo desternillar de risa a media Sevilla, los moros fueron paseados a hombros por todo el barrio…

Huelga decir que jamás le permitieron a Triana en sus fiestas más «interpretaciones» de la historia.

Ángel Vela Nieto