
Triana, 1929.
Nace en la casa-taller de su padre, en la calle Alfarería, el escultor Emilio García Ortiz, profesor y académico de Bellas Artes. Y en año tan crucial para en desarrollo de la ciudad, muere Luis Montoto Rautenstrauch, cultivador de todos los géneros literarios y, quizás, el más sabroso cronista de la Velá de Santa Ana.
Sevilla ya había contemplado todo un espectáculo: el vuelo del Graf-Zeppelin por encima de las azoteas en dirección a Tablada. Es un año especial de muchas y grandes sorpresas. De pronto la cerrada ciudad decimonónica abre sus puertas al mundo moderno y, por paradoja del destino, quien más se empeñó en este milagro no disfrutó de él, nos estamos refiriendo al arquitecto don Aníbal González, fallecido al poco de la regia ceremonia inaugural de la Exposición Iberoamericana. Una de sus últimas obras será el nuevo edificio del colegio San Jacinto.
Ángel Vela Nieto