Un tesoro de la Cava

portada villa reinosa

En una de la esquinas de Pagés del Corro con Antillano Campos podemos encontrar un tesoro de la Cava, este precioso edificio construido en 1915 conocido como Villa Reinosa, de gran valor artístico y sentimental.

Mientras que el valor patrimonial de las casas se suelen adquirir en la construcción y con el tiempo, el valor sentimental , el espíritu de la casa, lo adquieren por las personas que han vivido en la misma.  El  caserío de Triana todavía conserva muestras de edificios singulares con un gran valor artístico y espiritual, pese a que  estos no estén identificados ni señalizados convenientemente y pasen desapercibidos para los turista que nos visitan. Un ejemplo lo podemos encontrar en   la Cava Vieja, la de los Civiles,  donde la “Villa de Reinosa” hermosea entre los nuevos adefesios y los abandonados solares.

joaquin arenas

En una de la esquinas de Pagés del Corro con Antillano Campos podemos encontrar este edificio construido en 1915 bajo la promoción  de Joaquín Arenas Fernández  con la función de  casa-negocio. Nos apunta Ángel Vela que la construcción fue dirigida por Rafael López Carmona, maestro de obras colaborador del afamado arquitecto Juan Talavera, constituyendo una muestra arquitectónica homenaje al municipio cántabro de Reinosa y a la familia del comerciante, como puede apreciarse en los paños cerámicos presentes en los paramentos exteriores de la finca, realizados por Gustavo Bacarisas, que representan a la esposa e hijas de Arenas:  Carmen Gutierrez , Jovita, Encarnación y María Teresa.

detalles hijas

El inicio de la Guerra Civil obliga a Joaquín Arenas a abandonar Sevilla, dejando como recuerdo el rótulo de su tienda de comestibles que heredaría y conservaría Francisco Pariente quién con el paso del tiempo se convirtió en un afamado y servicial comerciante, hasta tal punto que la “Villa de Reinosa” paso a conocerse como “Casa Pariente”. La piqueta y el consiguiente exilio de la mayoría de los clientes de la casa ocasionó el cierre del establecimiento.

A finales de los años 70 el edificio presentaba un estado lamentable; los retablos cerámicos y demás elementos ornamentales estaban totalmente deteriorados  así como la mayoría de los cerramientos y carpinterías. A principios de los años 80 se somete a una restauración importante y se consiguen salvar la mayoría de los valiosos azulejos  aunque se encarga al pintor ceramista Guillermo Moreno Moreno la reproducción de algunos paños.

José Luis Jiménez


Artículo original aquí en Tri@na en la Red

 

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