Marinera de tierra adentro, la Virgen del Carmen se desliza sobre las aguas del Guadalquivir a la caída de la tarde de un más que caluroso lunes 20 de julio. Es la séptima vez que lo hace.
Para ser sinceros es mi primera vez con ella. Recuerdo otros años, en la costa de vacaciones con mis padres, recuerdo el color, la fiesta y la fe en esos pueblos totalmente marineros, pero hasta ahora no había surgido la oportunidad de ver a esta marinera nuestra de tierra adentro.
¡Cuánta majestad sobre el mismo río que ayer servía para un fin bastante distinto!
Del lunes, decir que quizá no fuera el mejor día, pero doctores tiene la Iglesia, no soy yo la persona más adecuada para decir esto y la Hermandad habrá tenido sus razones para que sea así y a Triana le da “iguá”, Triana estuvo toda en la calle.
La devoción a la Virgen del Carmen en Triana está en el ADN del barrio. A ella se encomendaban los marineros cuando embarcaban en el Guadalquivir y de ahí el origen de la Capillita del Carmen.
La imagen a hombros de blancos costaleros se hace a la calle y uno de sus momentos más emotivos es la oración por los marineros fallecidos, en el Náutico. A su vuelta, atrasada me pareció, cruza el puente a los sones de “Campanilleros” sobre las 9:30 y desembarca con “Virgen de la Paz”. Continua recorrido por las calles del barrio acompañada por la Banda de las Cigarreras y también fueron momentos emocionantes, la parada en la Capilla de la Hermandad de la Estrella y especialmente en la Capilla del Carmen para llevar a cabo el saludo al lienzo de la misma, esa capilla que cuando tantos domingos me asomo desde el Paseo de Arte me sigue llamando la atención cómo el barrio de Triana sin vergüenza alguna, porque la religiosidad, la devoción y su demostración parecen no estar de moda, se santigua a su paso.
Se recoge en la parroquia de la O y con ella se van sentimientos que he encontrado nuevos, ese mismo calor de barrio que en los días grandes de la Semana Santa, ese recuerdo de los que un día se fueron y cómo decía Carlos Cano “y ni la Virgen del Carmen sabe cuándo volverán…”
Salve Estrella de los Mares y abre la puerta a la feria chica de Sevilla, a la Velá. A disfrutarla.
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