Mi querida Triana… Hoy dediquémoselo a los caídos, a los que sufren, a los que batallan por nosotros…
¿Estás preparada? Cierra los ojos, juntas, desde la ventana de nuestros corazones vamos a vivir un día especial, distinto, pero igualmente hermoso. Nuestra fe nos guía, no nos vamos a extraviar, tranquila. Sobre la espadaña de San Jacinto se ha fijado una estrella sublime, cuarenta y tres años ha esperado para que esto suceda… Date prisa, nuestro Jesús de las Penas y la Virgen de la Estrella nos esperan.
Me han dicho que a las cinco repartirán los cirios para cuando caiga la noche, alumbren los pasos de sus penitentes nazarenos… ¡Mira, mira Triana! Cómo revolotean alegremente las inmaculadas capas de sus cofrades, ¿ves los antifaces morados del Señor de las Penas?, ¿te fijas qué bonitos y aterciopelados los azules de nuestra Dolorosa Estrella? Repique de campanas, alegría y orgullo, se cuelgan por el cielo de Triana…Se me eriza la piel de entusiasmo y amor a partes iguales.
¿Escuchas, Triana? Son las bandas de Dos Hermanas y la Oliva de Salteras… Ya suena Estrella Sublime, una lluvia de pétalos cae sobre nuestra madre…, Chillan, gritan vivas a todo pulmón. Avanzan muy lentamente, a ver, si todo Triana estamos recorriendo las callejuelas del alma de este barrio, no cabe un alfiler… La emoción me impide caminar, espérame un instante que seco mis lágrimas de fe y guardo este recuerdo para siempre…
Caridad del Guadalquivir estalla en mis oídos mientras cruzamos el puente camino de Sevilla… ¿Sabes una cosa mi Triana bonita? Hoy mi tierra, Valladolid, huele a incienso. Hoy, Sevilla, mi Triana, se viste de gala y a incienso huele. Un día como hoy, domingo de Ramos, Sevilla y Valladolid comparten horas, sentimientos y emociones.
Cuando era niña, en mi reloj sin horas, había dos noches densas en que las manecillas debilitaban su peregrinaje y pasaban a ser tan lentas, que mis ojos emocionados no se cerraban: la noche de reyes y el domingo de ramos…
Domingo de sol, niños y palmeras. “Domingo de Ramos, quien no estrena no tiene manos” Me decía mi madre mientras mis ojos de niña vibraban de emoción, y ella me explicaba “Niña, si no sabes de qué te hablo pues no tiene manos quiere decir que no tiene trabajo y además no sabe coser por lo tanto es pobre para poder estrenar” y yo replicaba “Pero si voy al colegio, cómo voy a trabajar y coser”… Hogaño, una mañana de domingo, de ropa nueva y griterío, donde la danza está en la calle y sus gentes se pasean.
Letanías de trompetas, palmas revoloteando bajo un cielo pintado de azul, y el arte puesto en el asfalto para disfrute de sus paisanos.
He despertado soñando, palpando de nuevo mi ciudad, ese Valladolid de campo y señorío, el de ayer y de hoy, en un domingo de ramos que, aún, me sigue regalando las mismas sensaciones de antaño.
¡Ahí va la borriquilla, ahí va por Platerías! ¡Ahí va la borriquilla, ahí va por la Campana!
…Triana, vamos, no te detengas, recemos juntas, vivámoslo desde lo más hondo, vistamos las calles de primavera, engalanemos nuestros sueños de que todo es posible si juntas, unidas, avanzamos … Mi Amargura, Mater Mea, Hosanna in Excelsis…, estallan de júbilo en mi memoria, nuestras manos se unen para dar el mayor aplauso por aquellos que hacen posible que tú y yo hoy sigamos vivas, disfrutando de un Domingo de Ramos mientas soñamos que La estrella camina por el cielo de Triana… Vamos Triana, no temas, vamos juntas al encuentro de nuestra Estrella, en busca de nuestro Señor de las Penas…
MªÁngeles Cantalapiedra, escritora
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