La Capilla de los Marineros (II)

Cubierta

Y ahora, pasemos al interior de la Capilla de los Marineros

Entramos y comprobamos que tiene forma rectangular, con tres naves, una central y dos laterales que no llegan a los pies de la capilla. Destaca el artístico artesonado de su techo, de par y nudillo, realizado en madera de pino rojo con filetes dorados y adornos tallados. Mide doce metros de ancho por dieciocho de largo. Fue adquirido en 1.961 al desaparecido colegio Villasís.

Igualmente llama la atención la lámpara central, tallada en cristal del siglo XIX. Tiene el estilo clásico de las lámparas dieciochescas y procede del desaparecido Café Gran Britz (calle Tetuán esquina Rioja), al que fue adquirida en 1.963. No sé yo si pega mucho la presencia de una lámpara de araña (por muy artística que sea) en una iglesia, pero la verdad es que llama la atención el contraste con la cubierta mudéjar.

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Retablo del Cristo de la Humildad y Paciencia. Siglo XVII.

En la nave lateral derecha veremos el retablo del Cristo de la Humildad y Paciencia. Datado en el siglo XVII, fue tallado y montado por el escultor franciscano Blas de Santamaría y dorado por Francisco Carreño de la Cruz; es parte del originario ubicado en el Convento de san Antonio de Padua de Sevilla. Fue adquirido por el Conde de Gálvez sobre 1.950 para uso particular y, en 1962 ofrecido por el mismo a la Hermandad, para en principio albergar a la Virgen de la Esperanza, lo que la Junta de Gobierno desestimó en Cabildo, ya que era pequeño para presidir la capilla, aprobándose que pasara a ser el Altar del Cristo de las Tres Caídas, una vez informado y aceptado por el donante. Tuvo que ser acondicionado para albergar la Sagrada Imagen por Guzmán Bejarano. Tras la reciente obra de ampliación de la capilla, pasó a albergar al Cristo de la Humildad y Paciencia.

Retablo Cristo Humildad y Paciencia03

La talla se coloca en la hornacina central del retablo, situándose a sus lados las efigies de san Telmo (anónimo siglo XVIII) a la izquierda y san Antonio de Padua (escuela de Olot, siglo XIX) a la derecha, siempre mirando de frente.

Retablo Cristo Humildad y Paciencia04
San Telmo
San Antonio de Padua. Siglo XIX.
San Antonio de Padua. Siglo XIX.

 Al lado del retablo, una inscripción orlada por un marco dorado de intrincado diseño recuerda la bula pontificia emitida por Juan Pablo II que permitía la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza en 1.982.

Recuerdo coración canónica Esperanza

 Seguimos por este lado y llegamos a una pintura de buen formato que representa La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, pintado por Juan Antonio Rodríguez. Se trata de un retablo moderno, obra de Manuel Guzmán Bejarano y dorado por Antonio Sánchez González.

La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. Juan Antonio Rodríguez, 1.964
La Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. Juan Antonio Rodríguez, 1.964

A continuación, ya en la cabecera de esta nave de la Epístola, uno de los titulares de la hermandad: san Juan Evangelista. El retablo fue montado por Guzmán Bejarano en 1963 y dorado por Antonio Sánchez. Sobre la primitiva talla, el imaginero y escultor Luis Álvarez Duarte realizó una nueva más que una restauración; tan solo se aprovechó de la antigua el cuerpo y los pies, siendo de nueva factura el la cabeza y las manos.

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San Juan Evangelista. Luis Álvarez Duarte.

 Llegamos ya al presbiterio, presidido por el Retablo Mayor. Procede del convento de la Merced, de Osuna (Sevilla) y se compone de dos cuerpos y tres calles, separadas cada una por estípites y con abundantes adornos vegetales del segundo tercio del siglo XVIII. Fue tallado por José María de Ceiba entre 1.716 y 1.717 y trasladado a este emplazamiento en 1.965.

Retablo Mayor01
Retablo Mayor. Vista general.

En la parte central del retablo se encuentra la venerada imagen de Nuestra Señora de La Esperanza de Triana. Se desconoce su autor, aunque se le atribuye a Juan de Astorga, en el siglo XIX. Ha recibido numerosas restauraciones, siendo la más importante la de 1.898, en la que Gumersindo Jiménez Astorga reparó los importantes daños que un incendio fortuito causó a la imagen de la Virgen.

Retablo Mayor09-Esperanza

Continuará.

José Becerra


Fuente: Leyendas de Sevilla

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