¿Sabías que…? Stmo. Cristo de las Tres Caídas

¿Sabías que…? Stmo Cristo de las Tres Caídas

Este paso de misterio propone a la contemplación y meditación los pasos que dio Jesús, por las calles de Jerusalén, caminando hacia el Calvario para ser allí ajusticiado.

Se corresponde con lo que dicen el evangelio en Marcos 15, 20-22. También en Lucas 23, 26-27 y Mateo 27, 31-33

«Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: «lugar del Cráneo»».

Los soldados, después de azotarlo y golpearlo, después de escupirlo y burlarse de Él, le pusieron una corona de espinas en su cabeza, lo cargaron con una dura y pesada cruz para que la llevara hasta el monte Calvario.

Los sumos sacerdotes y los demás miembros del Sanedrín trataron de dar la máxima publicidad a la ejecución de Jesús en una ciudad repleta de peregrinos esos días magnificando ante la muchedumbre la humillación de Jesús.

Pero como Jesús estaba ya muy herido y debilitado, temieron que muriera antes de crucificarlo por lo que echaron manos de Simón de Cirene para que le ayudara con la cruz, llegara vivo al calvario y poder crucificarlo.

Por eso, se nos muestra a Ntro. Señor caído por el peso de la cruz, apoyando su rodilla derecha sobre el suelo mientras con la contraria, flexionada, hace el ademán de incorporarse de nuevo al camino. Su rostro dulce transmite todo el dolor del momento. El cirineo, las mujeres y niños, y el centurión a caballo completan la escena.

Su Santísima Madre, bien estuviera cerca de Jesús, en medio de la multitud, bien se mantuviera algo más retirada, le acompañaba en sus dolores y sufrimientos, y sentía en su propia alma el desprecio y ultraje público de que era objeto el Hijo.

Triana, en la Madrugá del Viernes Santo, la acompaña en tan doloroso trance, en la advocación de Ntra. Sra. de la Esperanza.

Se acerca la madrugá…

Por Triana lloraré

 

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