ALAS DE MARIPOSA

Buenos días, mis Trianeros… Por estas tierras de Dios, de uva y siembra en las que vivo en verano, estos días de agosto se han llenado de música festiva; es la semana grande de la Virgen y San Roque, y todos los pueblos de la comarca están en fiesta. Carreteras, normalmente solitarias, son asaltadas por coches que van y vienen. Unos, viajan a sus orígenes, otros, para descubrir nuevas tierras o sensaciones, quién sabe, pero a todos les crecen alas de mariposa porque viajar es…

Viajar no es ir a la caza del sol, el exotismo o la cultura, sino romper con la rutina, con el tormento diario que a veces se convierte nuestra propia existencia.

Viajar es descifrar la música bajo el ruido de una calle desconocida; acoplarse a las costumbres ajenas.

Viajar es abrir el alma a corrientes foráneas que inundan nuestros pulmones de aires nuevos, extraños y mágicos; es oxigenar nuestra mente y hacer de ella que sea más condescendiente, rica y pura.

Viajar es desvelar ante sí, aspectos de uno mismo que permanecen catapultados por la cotidianidad.

Viajar es dar rienda a nuestras inhibiciones, ensueños y sensaciones; los colores se perciben más fuertes. Los olores penetran más hondo, desgranando aromas sensuales y envolventes; el gusto retoma el sibaritismo dormido de todo ser. El tacto percibe la fibra invisible del grano de arena.

Viajar es el lujo no permitido a mentes estrechas y enrarecidas de lo no conveniente; es saltar barreras interpuestas en nuestra querencia interior… Es dar alas de mariposa a nuestros sueños más íntimos, es llenar el vacío que alguien dejó; es rejuvenecer, quitarse dioptrías que oscurecen las luces de la vida.

Viajar Es parar el reloj mundano y encender la llama interior, donde la prisa no tiene hábitat y sí el segundo más sentido.

Viajar es ver nacer el alba con la pausa de la agenda acelerada; es volver a la luna llena de un romanticismo perdido.

Viajar es recordar que estás vivo, que en tu mano aún cabe un soplo de aire que te acerque a la costa de un mar en calma… Porque como dijo Alberti “El mar cabe en una sola ola, y no hace falta pensar en el océano sin límites para sentirlo recogido, íntimo y completo”

Mis Trianeros, viajar es abrir el alma, da igual a donde vayas y cómo lo hagas… Es dar alas de mariposa a nuestros sueños más íntimos.

¡Hasta la semana que viene!

M Ángeles Cantalapiedra, escritora
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