Juan Gallinsoga, vecino ejemplar

De la historia de Triana. 1823. Juan Gallinsoga, vecino ejemplar…

Sevilla sufrió en el mes de junio un verdadero saqueo por parte de pandillas que parecían piratas wikingos. Rapiñaban, herían, destrozaban sin más razón que hacer daño y aprovecharse de él. La causa era la restauración del absolutismo realista, aquel increíble grito de «vivan las caenas».

El cronista señala que se soltó la hez del barrio de Triana, uno de los bastiones del realismo intransigente y hubo saqueos que no pudieron evitar ni los alcaldes de barrio ni los demás hombres buenos de la collación de Santa Ana y la O, por constituir aquellas bandas gente forastera, traídas al populoso arrabal por la esperanza del botín.

Uno de estos hombres buenos que trataron de apaciguar la revuelta fue Juan Gallisoga, mozo de carga del vapor «Betis», hombre de reconocida popularidad en Triana. Al fin apareció una partida de soldados, se colocaron piezas de artillería en el Patrocinio y en la embocadura del puente y así estuvo la cosa hasta que el general López Baños ocupó el arrabal en nombre de los liberales.

Ángel Vela Nieto