A principios de 2002, todavía residía un servidor en Madrid. Aún así, el día de San Jorge, 23 de abril, desperté con una triste noticia para todos los que amamos profundamente el flamenco. El barrio de Triana amanecía con la fatal noticia de la muerte de uno de sus hijos del cante. El mismo día de mi santo, fallece de un infarto de miocardio, Naranjito de Triana, a la edad de 68 años, en su casa de Pagés del Corro.
Su nombre era José Sánchez Bernal, naciendo en la trianera calle Fabié, número 24, en 1933. De su progenitor heredó el apodo artístico, ya que este era conocido como Naranjito el Municipal, que compartía su profesión de guardia municipal con la recogida de naranjas. Cuando él comenzó a cantar, lógicamente, le pusieron Naranjito de Triana.
José Sánchez creció con el cante, respirando diariamente el ambiente flamenco, propio de este alfarero barrio. Su padre cantaba como aficionado, al igual que su tío. A esto le sumaron sus vivencias en Triana, donde con frecuencia, podía oír a una esplendorosa e inigualable generación del cante sevillano, con nombres como Pastora Pavón, conocida como la Niña de los Peines, Pepe Pinto, Tomás Pavón o Manuel Vallejo…
Aunque era payo, no gitano, Naranjito siempre se consideraba en la misma frontera entre el cante gitano y el flamenco andaluz, ya que tuvo la suerte de conocer las dos vertientes del cante trianero: la de la Cava de los Gitanos y la Paya del Zurraque, conocida también como Paya de los Alfareros. Con ocho añitos de edad, siendo un niño, Naranjito realizó su primera actuación pública en la querida vecina Coria del Río.
El joven Naranjito de Triana, formaba parte de un elenco de variedades, participando también en espectáculos folklóricos y formando entonces pareja con la bailaora Narci Díaz, hacían buenas imitaciones de Lola Flores y Manolo Caracol. En el espectáculo del Pabellón Mudéjar, que le ofrecieron a la argentina Eva Perón en su visita a Sevilla, Narci y él, se metieron dentro de un enorme pastel, saliendo en el postre. Narci bailó y Naranjito le cantó, en una fiesta célebre, que salió en el NoDo de la época. Ganaron para los dos, mil pesetas de las de entonces, comprándose ambos bombones hasta jartarse. A continuación, el trianero pasó a la compañía Galas Juveniles de Ases y en 1947, a la denominada «Los Chavalillos de España».
Naranjito estuvo tres años sin poder cantar, a causa de que a los trece años, se puso malo de la garganta y tuvo que operarse. Cuando reapareció en su trayectoria artística en la Parrilla del Hotel Cristina, realizó numerosas giras con el espectáculo de Pepe Pinto. Con posterioridad, se incorporó a la compañía de Marifé de Triana, para actuar durante un año, en el espectáculo titulado «La emperaora». También actuó en el periodo de una temporada, en el grupo de Antoñita Moreno.
El 30 de octubre de 1959, contrajo matrimonio en Sevilla con la bailaora Esperanza Vargas, con la que ya había actuado en varias ocasiones. A Naranjito le tocó salir de España, ya que un organismo oficial, patrocinó una extensa gira por Canadá, Estados Unidos, Hawái, Islas Bermudas, Curaçao, Aruba, Puerto Rico, Jamaica, y otros países americanos y algunos europeos, con el propósito de poder difundir el arte flamenco por el mundo. Fue tan sonado el éxito en la citada gira, que fue contratado por el tablao sevillano «los Gallos», donde realizaría su primera grabación discográfica en España, con Sabica como guitarrista. En 1967 participa en la grabación del disco «Festival de Mairena», junto a los geniales Antonio, Manolo y Curro Mairena, Fernanda y Bernarda de Utrera, Juan Talega y Luis Caballero.
En 1971, Naranjito de Triana volvió a recorrer con gran éxito Europa, después de haber obtenido el premio de “Cantes de Levante”, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, el “Saeta de Oro” de Radio Nacional de Sevilla, además de el “Premio Ondas” de la cadena SER, siendo nombrado “Trianero del Año”. Tiene en su haber muchos premios más, entre ellos destaca el “Yunque de Oro” de la Tertulia Flamenca de Radio Sevilla y el “Taranto de Oro” de la Peña Flamenca El Taranto de Almería. En el año 1987, la Cátedra de Flamencología de Jerez le otorgó Naranjito el “Premio Nacional de Cante”.
La dilatada carrera de Naranjito de Triana, rebasó las bodas de oro, ya que en la Bienal de Sevilla de 1996 dio un recital de despedida de su profesión como cantaor de flamenco. Fue uno de sus espectáculos más completos de todos los tiempos. Era un cantaor serio, destacaba por su preocupación por conocer a fondo los palos del flamencos, siempre acompañado por grandes guitarristas. Naranjito fue de los más completos de los tiempos modernos, ya que tenía una voz bastante brillante, muy limpia y de un amplísimo registro. Pese a su retirada de los escenarios, no perdió nunca facultades, sino que él prefirió poner punto y final. Ya retirado, dedicó la mayor parte de su tiempo, a la enseñanza del cante flamenco en la Fundación Cristina Heeren de Sevilla.
En la actualidad, hay en el barrio de Triana, entre las calles Clara de Jesús Montero frente al Hotel Triana, Marcos Giráldez de Acosta y Procurador, una plazoleta triangular erigida en honor del artista, en la que se aprecia un busto en bronce del genial cantaor de flamenco, donde se puede leer en la base del monolito: «Triana a José Sánchez Bernal; «Naranjito de Triana» 1933-2002″. La escultura es del utrerano Augusto Morilla. Alrededor de esta plaza, existen dos parques infantiles, uno a cada lado, así como un frondoso arbolado. El monumento fue inaugurado el sábado 17 de mayo de 2003, y fue descubierto por la bailaora Esperanza Vargas, viuda del cantaor.
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