Por: Carlos Valera Real
La calle de San Jacinto lo que era.
Y parece… que se para el tiempo.
Porque la calle de San Jacinto, es el gran escaparate de Triana, allí se sienta uno en cualquiera de sus bares y ve como se para el tiempo. Las palabras surgen como un manantial inacabable de filosofía de pueblo… desde los sillones del patio de San Eloy… arreglamos el mundo… desde las mesitas altas del Vargas… contemplamos la cerámica puesta a Manolo Marín, este gran maestro de la danza y el baile y coreógrafo universal. José Manuel Piñero y un servidor, pedimos café y antes de empezar, aparece el notario gráfico de Triana, Gabriel Gasán cámara en ristre, buscando nuevas fronteras en el iris de sus ojos que han visto nacer a esta parte del Río. Paco Soler pone el contrapunto elegante en la conversación, aparece Paco Arcas con su gorrilla revolucionaria… mientras el reloj da la hora del ángelus por soleares…por eso:
La calle de san Jacinto,
Huele a menta y canela,
A marea de Sanlúcar
Y a mostos de sus riberas.
La calle de san Jacinto
Huela a flores y a cera,
A Domingo de Ramos
Cuando navega la reina.
Y tiene ese perfil…
Como el varal se cimbrea
Cuando va cruzar el Puente
Mientras Sevilla se acerca.
En la calle de San Jacinto
Siempre es primavera…
Porque Lo quiere Triana
Para su niña Estrella.
Foto Jesús Daza
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